APRENDER HACIENDO
APRENDER HACIENDO...
Esta famosa frase del pensador Chino Confucio, quien vivió entre los años 551
y 479 a. C, él cual tenía como esencia en sus enseñanzas la buena conducta en
la vida, el buen gobierno del Estado (caridad, justicia, y respeto a la
jerarquía), el cuidado de la tradición, el estudio y la meditación, para ello
se debía observar virtudes como la tolerancia, la bondad, la benevolencia, el
amor al prójimo y el respeto a los mayores y antepasados.
Partiendo de esta filosofía y aplicándola al campo educativo, es sus
diferentes niveles, tenemos que en este proceso el estudiante y el profesor
tienen roles diferentes y al mismo tiempo complementarios entre sí; el
estudiante es el actor principal del proceso educativo el cual debe ser dinámico,
interactivo, preocupado, esmerado, investigador, indagador, entre muchos otros
que le permitan un conocimiento pertinente y acorde las exigencias de hoy.
Por su parte del Profesor, Docente o Maestro debe ser ese canal o guía que
permita encausar esas energías del estudiante para que el proceso sea eficiente
y consecuente con el nivel donde se encuentra; debe ser exigente pero flexible,
con autoridad pero benévolo, formado académicamente pero que sepa transmitir sus
conocimiento, en fin una Persona que permita el desenvolvimiento y potenciación
del estudiante y al mismo tiempo sea un Mentor.
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